miércoles, 26 de enero de 2011

¿Por qué no sabemos comunicarnos?


La vida y otras cosas... con un twist de limón
¡Hello, hello! Híjole, ahora sí me subieron la vara muy alto porque varios de ustedes me dijeron que estaban ansiosos de leer el blog de la semana. Espero no defraudarlos.

El batazo emocional de esta semana tiene que ver con la comunicación y por dos razones: porque lo estoy escribiendo en miércoles que es el día de Mercurio/Hermes, el mensajero de los Dioses, y por ende, el mejor día para llevar a cabo la comunicación. A todos los comunicólogos, escritores, intérpretes traductores y del tipo, ¡feliz miércoles! Y porque acabo de sufrir las consecuencias de una mala o falta de comunicación.

Dados ciertos acontecimientos que me sucedieron en estos últimos días como el rompimiento de una relación, consideré pertinente hablar sobre la comunicación, ya que según yo, ése fue el problema principal. Ya saben que soy una nerda y empezaré con las definición de comunicación pero esta vez se las daré en esperanto, total, es el idioma "universal", ¿no? Completamente ad'hoc al tema que estamos viendo: Komunikado (de latina: communicare, «fari komune») signifas interŝanĝo de informo inter personoj aŭ maŝinoj. Pues está muy claro, ¿no? ¡¡¡NOOOOOO!!! Está del carajo comunicarse porque a veces queremos decir zanahoria y nos entienden piña. ¿Qué está sucediendo estos días que simplemente no podemos comunicarnos y mucho menos, con nuestros seres queridos?

Creo que son varias cosas y las iré desgranando poco a poco para que la herida se abra más y más y la sal penetre hasta cocernos al dente, porque sí gente, esto nos llega a todos y TODOS la estamos regando gachísimo. Empecemos porque nuestro "sentido común", que es de hecho el menos común de todos, nos dice que cuando estamos externando un punto de vista, una reclamación, un halago o una petición, nos están entendiendo exactamente lo que queremos proyectar. Jajajajajajajaja sí wey, ¡ajá! You say tomeito, I say tomato (para que lo lean como se pronuncia según la famosa canción). Va más allá del tomeito y el tomato porque incluso parecería que estamos hablando idiomas diferentes. ¿Por qué coños nos cuesta tanto trabajo encontrar la comunicación con alguien? Según mis experiencias, recientes y pasadas, es por lo siguiente que decidí enumerar para ver si me explico mejor, ergo, me comunico:
  1. El ego. Ay, el ego, tan hermoso él y tanto que nos protege del miedo y de los demás, pero es un arma de dos filos cuando dejamos que el ego reaccione y hable por nosotros. Al momento que nos dicen algo que no nos gusta, nos cerramos, bajamos la cortina, cruzamos piernas y brazos, y dejamos que el otro hable como merolico. Como ser humanos, si no tenemos la suficiente inteligencia emocional, cuando alguien nos habla sobre algún defecto o una actitud que podríamos mejorar, algo que les gusta de nosotros, en automático entra el bloqueo, cuando si la persona lo hizo con sensibilidad y cariño, debe tomarse como una retroalimentación positiva y no un ataque. Yo mando una silla y me responden rompiéndome la silla en la cabeza. Si es una discusión, estoy mandando una granada pero me responden con el misil nuclear. ¿Por qué? Porque a las personas que les falta inteligencia emocional, sus alzados egos no les permiten que entre la retroalimentación para poder mejorar una situación en problemas y por lo general acaban haciendo lo que explicaré en el siguiente punto.
  2. La competencia de quién es peor. "¿Ah sí? ¿No te parece esto de mí? ¿Y qué hay de ti? Tú eres bla, bla, bla. A ver, ¿qué les hace pensar que si alguien les está comunicando un sentimiento lo más correcto, inteligente y lógico es contestar atacando a la persona? Se dice que hasta el animal más dócil saca el zarpazo cuando se siente acorralado, y aquí viene la segunda explicación, el acorralamiento. Se pierde la comunicación en el momento que uno se siente atacado, acorralado en una esquina, burlado, expuesto frente a otras personas o peor aún, frente a sus propios demonios que ésos, ahí viven, siguiendo nuestros pasos y recordándonos los imperfectos que somos. Entonces es obvio, en nuestras cabecitas sentimos un ataque y contestamos "es que tú también eres..." ¿Qué hacer en estos casos? Escuchar lo que tengan que decir, hablar del punto y si quieren entonces sacar los trapos del otro, hacerlo como un argumento separado, no en el mismo porque se convierte en pleito.
  3. El no decir las cosas para evitar conflictos. ¡Ouch! Esto va directito a mí porque yo soy la típica en callarme las cosas. Digo, se trata de que todos le entremos, ¿no? A algunas personas les gusta el conflicto, a mí no y me cuesta mucho trabajo entrar en confrontación, por lo que muchas veces me callo las cosas y claro, se van acumulando, exploto y la pobre persona no sabe ni de dónde le llegó el trancazo. Esto es típico de las mujeres. Empezamos a discutir y sacamos pleitos de un año atrás ¿o me equivoco? Neta pobres hombres, se las hacemos a cada rato y no saben de dónde salen tantas cosas. Gente, si algo ya por fin me quedó bien claro y se los comparto es que si no están a gusto con algo, díganlo en el momento. Busquen el lugar y el momento adecuados, respiren hondo, busquen palabras sencillas, sean sensibles, traten de no usar palabras como "nunca" y "siempre", y sobre todo, hablen de lo que sienten, no de lo que la otra persona hace; por ejemplo, "siento que nos estamos alejando" en vez de "ya no me pelas como antes". ¿Entienden a lo que me refiero? Qué diferente es decir cómo nos sentimos, calmados y con respeto, a que automáticamente le echemos la culpa al otro.
  4. Cada persona es un mundo y percibimos la información de distinta manera. Ya había comentado en otro blog que se dice que de la información que recibimos, 10% es real y el 90% es cómo la percibimos. Los hombres y las mujeres se complementan, ¿por qué? Porque somos muy diferentes y en cuestiones de comunicación, incluso más. No quiero generalizar, pero muchas veces a los hombres les cuesta más trabajo expresar sus sentimientos y a las mujeres nos da verborrea. ¿Qué pasa cuando el hombre no quiere hablar y la mujer sí? El hombre pretende escucharla, le da el avión o de plano la corta en frío, y bueno, con esto ya se armó, empiezan las discusiones, pleitos y demás. En general, hombres y mujeres, si están muy alterados, no es el momento de hablar porque no habrá comunicación, sólo palabras hirientes y una gran barrera de hielo entre ambos. Lo mejor es calmarse, respirar y dejarlo para otro momento, pero pronto, no dejarlo pasar.
  5. Hay que saber escoger nuestras batallas con sabiduría. A todos nos ha pasado que nos levantamos con ganas de pelear. ¿Realmente vale la pena sacar estupideces o cosas del pasado sólo por hobby? Se debe comunicar lo que está causando un conflicto en el momento, por eso no hay que dejarlo pasar o podemos caer en el "síndrome del pleito de hace un año".
Ah pues sí, suena a toda madre, fácil, ya soy toda una máster en comunicación. Ni madres. Es muy difícil porque, una vez más, cada persona es un mundo; cada persona reacciona diferente ante pláticas, argumentos, debates, discusiones, confrontaciones y pleitos. Se trata de que se mantenga siempre en pláticas y argumentos, a veces debates mientras se mantenga el respeto de opinión, pero siempre tengamos presente que lo último a lo que queremos llegar es a la discusión, la confrontación y el pleito. Esto va para todos. Hay veces que no queremos hablar y mucho menos de la misma cosa una y otra vez, pero si estamos cayendo en ese remolino, preguntémonos por qué se está repitiendo el tema. Hay de tres sopas, o no nos estamos dando a entender, no quieren entender o simplemente les vale madres lo que tenemos que decir, por mucho que lo hagamos de una manera respetuosa. Cuando esto sucede, no hay comunicación y debemos preguntarnos si vale la pena seguir buscando un entendimiento entre las partes o si lo mejor es que cada quien tome su camino y sea feliz.

Recuerden que todo puede y debe hablarse. Hoy en día no deberían de haber tapujos. La comunicación no sólo es verbal, también es corporal. Un gesto, un ademán, una cruzada de brazos, un beso, el sexo, una mirada a los ojos, un suspiro de impaciencia, una sonrisa, dicen más que mil palabras. Mi opinión es que en vez de sólo oír palabras, escúchenlas antes de interrumpir. En vez de ver el lenguaje corporal, observen conductas, patrones y comportamientos. En vez de sólo poner atención, perciban las emociones. Si sienten que están siguiendo estos pasos y la contraparte no, entonces valoren si realmente vale la pena seguir rebotando la pelota contra la pared o si verdaderamente están jugando tennis.

¡Bendiciones!

2 comentarios:

  1. Que cierto y que necesario, no solo saber comunicarse, sino saber escuchar!! Es verdad, es frecuente que cuando alguien se intenta comunicar con nosotros, tendemos a soltar nuestro lado agresivo-defensivo... se necesita valor y trabajo a nive personal para ser capaz de escuchar y reflexionar sobre lo que nos dicen de nosotros.
    También es necesario trabajar en lo que proyectamos y cómo lo hacemos, ya que muchas veces decimos algo pero con actos hacemos todo lo contrario! Creo que es sabia aquella persona que integra su decir y su hacer, y que es capaz de recibir y colocar en el cajón que debe ir cada palabra, acto, pensamiento....
    Gracias por cada semana llevarme a la reflexión... you're such a great friend & woman!!! Bendiciones para ti...

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  2. Ahora si me tarde en comentar tu blog.

    Hay que se cuidadosos hasta la forma en que reflexionamos la manera en que nos comunicamos, porque hay quienes dicen "no hay comunicación", "hay falta de comunicación", "el problema es que no se comunica".

    Principio básico de la comunicación como materia de estudio es que: No existe la NO COMUNICACION, todo tiene un mensaje.

    Aguas con eso, siempre manifestamos algo y ese algo puede dañar o hacer feliz.

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