viernes, 29 de abril de 2011

Dicen que el amor no es suficiente...

La vida y otras cosas... con un twist de limón

¡Hello, hello! Qué tal el calorcito, ¿eh? Yo lo estoy sufriendo horrible, me choca el calor. Mi teoría es que soy tan cálida que me acoplo mejor en el frío y aguas, dije cálida, no caliente. Ésa es otra entrada. 

En últimas fechas, he escuchado mucho que el amor no es suficiente para que una relación funcione y es lo que quiero abordar hoy. La verdad es que no sé si sea suficiente o no, lo que sí sé es que hay varios temas fundamentales que definitivamente pueden influir en que tengamos una relación fugaz (no quiere decir que mala) o una relación de por vida (no quiere decir que buena).

No sé ustedes, pero en mi caso, yo necesito tener los siguientes cuatro componentes para que pueda entregarme al 100% y echarle los kilos a una relación de pareja: amor, respeto, buen sexo y compatibilidad. Empecemos con el amor. Es obvio que el amor es fundamental para que funcione una relación sana. Estoy hablando de una relación de pareja, de noviazgo, de matrimonio; si no hay amor va a valer queso o nos vamos a ir con la primera persona que nos haga ojitos. Sin embargo, debemos empezar con el amor propio. Suena a cliché pero es verdad, ¿cómo nos va a querer alguien si no nos queremos a nosotros mismos? ¿Por qué pensamos que si dejamos pisar nuestra dignidad y nos ponemos de tapete haremos que nuestra pareja nos quiera más? ¡Al contrario! No sé ustedes pero para mí no hay peor turnoff que un eunuco, un "Gutierritos", un hombre que a todo te diga "sí mi amor" o "lo que tú quieras" sólo por miedo a perderte o por falta de pelotas. Los testículos no están sólo para que se los rasquen ni para la procreación, también sirven para tener carácter y si no lo tienen, ¡crézcanse un par de pelotas! Se puede, muchas mujeres lo hacemos todo el tiempo.

Sigamos con el respeto. Podemos amar mucho a nuestra pareja pero si no nos respeta entonces no nos estamos amando (si no les quedó claro, vuelvan a leer el párrafo anterior). ¿Y a qué me refiero con respeto? Respeto de nuestras ideas, de nuestra individualidad, de nuestro espacio, de nuestras creencias, obvio el respeto físico y sexual, y el respeto por el cambio, porque sí, la gente SÍ cambia y es natural y es sano cambiar. No podemos seguir siendo las mismas personas siempre porque entonces no evolucionamos. El respeto debe también verse reflejado en los cambios que la pareja va viviendo, tanto a nivel individual como a nivel entidad.

El sexo... ay tan rico... ajá, cuando es rico y nos llena, pero, ¿qué pasa cuando tu pareja no te satisface sexualmente? Ojo gente, con esto me refiero a calidad y cantidad. En cuestión de calidad se los dejo a cada uno. Cada quién sabe qué le gusta y cómo, si no, creo que es momento de probar la masturbación, pero para los que sí saben, ¿por qué tenemos que conformarnos con una relación sexual insatisfactoria? Está bien, no es tan fácil encontrar a una persona que nos llene en todos los aspectos pero tampoco es imposible. Lo que sí es un hecho es que una sexualidad mediocre puede matar a la pareja, créanme, lo he vivido más de una vez. En cuestión de cantidad, no se trata de estar como conejos todos los días... o sí... sino que exista una sincronía entre cuántas veces al día, a la semana, al mes o lo que sea, sean satisfactorias para ambos. Hablar de insatisfacción sexual con la pareja es muy difícil y debe hacerse con mucho tacto, pero si no quieren acabar dependiendo su plenitud sexual en su propio "tacto", mejor hablarlo a tiempo y no sufrir las consecuencias porque sí, el mal sexo puede destruir a la pareja, mientras que el buen sexo la puede unir. Ahora, no hablemos del GRAN sexo, ése que hace que se te salga el alma, que sientes la energía de la otra persona y la tuya fusionarse, el que te hace transportarte a Tantralandia y sientes placer en cada célula de tu cuerpo, en el que sientes la energía de la pareja al momento de su orgasmo como si fuera tu propia energía... en la madre, ¿hace calor o soy sólo yo? Y si no lo han vivido, ¿qué esperan?

Está bien, llegamos al último punto pero para mí, creo que es el más importante. La compatibilidad. De la misma forma que dicen que verbo mata carita, para mí, la compatibilidad mata todo. Si no hay compatibilidad el amor se acaba, el sexo se deteriora y podemos terminar perdiéndole el respeto a la persona. Con esto no digo que lo manifestemos mentándole la madre pero simplemente ya no está en aquel pedestal que alguna vez estuvo y cada vez se cae más y más de ese lugar. Pero, ¿compatibilidad en qué? En todo. Compatibilidad en cuestiones de educación, sociales, espirituales, familiares, sexuales y de madurez. Creo que es importantísimo tener un antecedente similar y con esto no digo que ambos deben ser del mismo código postal o que no funcionen si uno viene de una familia funcional y el otro de una disfuncional, pero sí tiene que ver con valores y moral. Si como hombre quieres tener una desperate housewife, no busques a una chava independiente que le gusta trabajar y venera su espacio porque puede haber broncas. ¿Qué hay de las diferencias espirituales/religiosas? Conozco a gente de creencias completamente opuestas (estuve casada con una persona así), como judíos con católicos, protestantes con cristianos, ateos con paganos; en fin, he visto de todo y veo que sí puede funcionar. ¿De qué depende? Del respeto. Respetar las creencias de la otra persona, de ceder e incluso de sacrificar un poco pero nunca al grado que se sientan mal, al contrario, se trata de sumar y no de restar. Lo digo y lo repito, se trata de encontrar las similitudes en vez de las diferencias dentro de nuestras creencias. También existe la compatibilidad familiar, valores y moral. Creo que nadie tiene la culpa de la familia de donde viene, pero sí en querer convertir a la pareja en alguien parte de la familia como si siempre hubiera vivido ahí. ¿A qué me refiero con esto? Hay gente familiar, hay gente que no es familiar. Es un error querer cambiar a tu pareja haciéndola "no familiar" y viceversa para llenar un propio hueco. Bueno, finalmente es un error querer cambiar a la pareja por la razón que sea. Si no te gusta tu pareja, cambia de pareja, no intentes cambiar a la persona.

Es un hecho que las relaciones humanas son de lo más complicado que hay, pero también de lo más interesante y si estamos abiertos, nos pueden traer mucho aprendizaje y evolución. Creo que hablando de amores y desamores, si me preguntan si el amor es suficiente para que una pareja funcione mi respuesta es, tristemente, no, no es suficiente. He aprendido que para que una relación sea sana, al menos en mi caso, deben estar estos cuatro puntos cardinales y si uno o más faltan, la relación puede seguir, pero no será sana, al menos no para mí. Claro que tiene que haber amor y además una atracción física. Si la persona no me gusta físicamente o tiene problemas de higiene y cosas así, la verdad es que no puedo enamorarme o si ya lo estoy, se acaba el amor, guácala. Necesito a una persona que me respete y que yo pueda respetar; que nos sintamos orgullosos de ambos. En el momento que vemos menos a nuestra pareja ya valió queso. En la cuestión sexual, creo que la sexualidad es un gran termómetro de la relación. Cuando las cosas están bien, ¿a poco no nos encanta estarle dando cada vez que se pueda? Pero, ¿qué tal cuando las cosas están mal? Yo no sé ustedes, pero mi cabeza y corazón están conectados a mi vagina. Si no estoy bien, me cierro. Una vez una amiga me dijo, "Ale, el hecho de que tú estés enojada con él no quiere decir que tu colita esté enojada". Lo siento, en mi caso sí estamos conectadas y se ve reflejado en mi libido; incluso en mi desempeño y para tener sexo con hueva y ser un sushi en la cama, prefiero no tenerlo hasta que me den ganas y platique con mi mejor amigo robot.

En conclusión, creo que lo que más ruido me hace es la compatibilidad, debe estar muy presente. Sin embargo, a diferencia del amor o del respeto, se puede trabajar con la compatibilidad. Con el amor, amas o no amas, punto, al igual que respetas o no respetas, no hay medias tintas, pero en la compatibilidad sí hay muchas cosas que pueden rescatarse. Creo que todo se trata de que haya voluntad. Si hay amor, si hay respeto, si han buen sexo, ¿por qué no puede haber voluntad para encontrar el punto medio y ser más compatibles? Somos humanos, todos tenemos virtudes y defectos. Es natural y de humanos caer en el juego de querer cambiar a nuestra pareja, incluso hay personas que quieren cambiar a todos, para satisfacer sus propias necesidades, sanas o no. La realidad es que no es sano intentar cambiar a alguien más que a nosotros mismos, porque incluso si la otra persona fuera tan débil de carácter y de personalidad como para ceder siempre y cambiar, realmente no cambia, o si lo hace, vive frustrada porque no es quien realmente quiere ser.

Tiendo a ser cero romántica y cursi. Quizá los truenes que he tenido en mi vida, además de darme una linda experiencia, me han matado el shalalá y pensar que todo será un cuento de hadas con un final feliz. La neta es que es un trabajo diario. Hay que aguantar mucho, tener mucha paciencia, tolerancia, amor y voluntad, pero aunque no sea romántica no dejo de luchar por ser feliz con mi pareja, cuando la tengo. En el momento que ya no estoy siendo feliz, busco la comunicación y trabajar en la relación. Cuando ya no hay por dónde, la termino. ¿Ustedes qué hacen?

Se dice que el amor mueve montañas. Yo quisiera saber qué se movería si juntamos amor con voluntad...

¡Bendiciones!

1 comentario:

  1. Hola, esta super bien tu articulo, concuerdo totalmente con los puntos tratados. ojala hubiera mas personas pensando asi, de verdad que seria un mundo mejor.... tienes toda la razón respecto al sexo. Me encanto, me encanto. Visita mi blog tal vez te agrade:

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